Historia de las inversiones
La inversión ha evolucionado a lo largo de muchos años: desde la antigüedad hasta el presente, continúa cambiando. Durante este tiempo, las personas han aprendido a comprender la regla de oro de las inversiones y la vida: “Necesitas hacer algo en el presente para obtener algo en el futuro".
Invertir en la Antigüedad
La primera inversión apareció con el surgimiento de las relaciones mercancía-dinero.
Las primeras menciones de la antigua Babilonia dan testimonio del manejo competente del dinero. Aquellos que ya están familiarizados con el libro "El hombre más rico de Babilonia" de J. Clason recuerdan que las reglas de educación financiera y manejo del dinero pueden ayudar en la creación de sus ahorros.
En la antigua Babilonia, la gente comprendió rápidamente la importancia de una adecuada gestión financiera, distribución de ingresos y gastos. La gestión adecuada de los flujos financieros les dio a los babilonios la oportunidad de mejorar el bienestar de sus familias y construir la primera metrópolis del mundo.
En la antigua Grecia, era común un sistema de crédito. Curiosamente, inicialmente la educación financiera se enseñaba solo a ciudadanos nobles. Para el resto de la población, la ciencia de las finanzas era inaccesible.
Las hipotecas, varios préstamos que devengan intereses, el comercio marítimo, los bienes raíces, incluso entonces, brindaban oportunidades para la inversión.
Edad Media La
palabra latina “in vest” significa “en un chaleco, vestido, puesto”, lo que sugiere una inversión a largo plazo. Posteriormente, apareció un nuevo significado de “invertir algo”. Esta interpretación se explica por el hecho de que a principios de la Edad Media había muchos inversores, que eran vasallos feudales.
Los señores feudales nombraban vasallos en su lugar para que éstos administraran y dispusieran de las tierras del propietario. De modo que el señor feudal se convirtió en un administrador que alimentaba y vestía las posesiones del señor feudal. El señor feudal recibía la mayor parte de la ganancia del trabajo, y al vasallo solo se le pagaba un salario.
Las inversiones se utilizaron en varias esferas de la vida de esa época. Comenzaron a usarse en todas partes con el objetivo principal: obtener ganancias.